Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







martes, 21 de septiembre de 2010

OLORES QUE TAPAN POLVO

¿Notas cómo pierde altura
lento el sol en su bravura
después de alcanzar altivo
su cumbre en el firmamento?

¿Notas tú ya los sabores
de las mieles, no sólo en las ricas
flores; de lo dulce, no sólo en pesadas
ramas, de suaves melocotones,
con pieles cual tus mejillas?

Huele el campo a las semillas
que crecieron bien regadas
cuando abril lloró sus gotas
y el verano hizo su gesto
de agostar lo que ya tieso
en un puro crujir reseco
sucumbió al hombre y al tiempo.

Huele al fruto que colgando
si tú no pones la mano
de maduro se caerá,
rodando por los ribazos
o aplastado en lo más llano
dándole a la tierra madre
pulpa tierna, fruto amable.

¿Hueles tú a tierra mojada
que mullida por las hojas
y arrastradas por los vientos
nos muestran camino en polvo
de estío más bien vencido?

¿Siente tu piel diferente
que, ora frío, ora caliente,
este aire tan variable
humedece las mañanas
con sus gotas de rocío
que acarician nuestros sueños
cuando buscamos perdidos
esa manta que sobraba?

¿Hueles todos los olores
que la tierra a borbotones
nos ofrece porque inquieta
pronto impondrá su quietud?

¿Hueles tú las mil razones
que la tierra y sus retoños
gritan soltando porciones
de bocados bien maduros
antes de que el firmamento
quiera blanco, frío y duro
el terreno que pisamos?

¿Sientes tú las mil preguntas
que si abrimos las ventanas
nos abruman todas juntas
ya fijes tus ojos firmes
en la tierra previsible
o en el cielo inabarcable?

¿Sientes los olores fríos
que otro frío encubrirá?
¿Sientes los que se han perdido
creyendo que volverán?

VICENTE JAVIER-F

sábado, 18 de septiembre de 2010

SURCOS DE PIEL

El surco empolvado
del rostro reseco
resalta profundo,
hundido y marcado.
El trazo señero
de la vida pura
clavado en la piel
no esconde la edad
de la sien.

¡Ay de mi piel
que se pierde de pie!
erguida de vida
que dobló la rodilla
mil veces y cien.
Pero... ¡ay de mi piel
que siguió de pie!
sabiendo que dentro
el seso despierto
mil veces y cien
tumbó las zozobras
de ayer y de ayer.

¡Ay de mi sien!
que supo coger
lo fresco del surco
que iba a prender.
El surco se ahonda
hora tras hora
seco de sed.

La sed que no deja
de aparecer.
Denme otro trago
de frutos amargos;
denme otro trago
de sorbos de ayer.

El hoy me refresca
la piel que ya seca
sabe que sorbe
saberes que agrietan;
que agrietan... o gritan.
No grites ya firme;
suaviza las grietas
con rasgos serenos,
con sorbos de sed
de la de aprender.

No agrietes tus surcos
con duro cincel;
no arañes tus grietas
con uñas de hiel,
con desgarro sin bien.
Recibe los surcos
con tono seguro
sabiendo que el polvo
cubre tus segundos
grabados en piel.

Polvo que cubres
el rostro de bien
no rasgues los surcos
que han sabido ser
los trazos seguros
de hoy y de ayer.

VICENTE JAVIER-F

miércoles, 15 de septiembre de 2010

SUEÑOS HELADOS

Sueño párpados de hielo
de un azul de puro frío;
sueño sus pámpanos tiesos
como rejas de castigo
que han dejado allí oprimidas
las visiones sin sentido.

Sueño los iris helados
por hilos de llanto clavado.
Ojos de estacas tan firmes
que perdieron lo flexible
cuando creyeron posible
ver lo vivo estando tristes.

Al frío nadie resiste.

Las pupilas cuarteadas
-trozos de grises glaciales-
borran las luces soñadas
cuando los sueños mandaban.

¿Qué conexiones sin chispas
en la materia inconsciente
pueblan las mentes confusas
con sus vacíos sentidos
en las sinapsis perdidas?

Siento los párpados fríos
como un telón de dolor.
Quiero que suban tan suaves
en los siguientes albores
-ay, cada párpado ardiente-
que las mañanas resulten
brío que llegue al poniente.
Pero este hielo sellado
en los ojos derramando
ya sólo grises de fríos,
corta de cuajo los sueños
que anoche fueron soñados.

VICENTE JAVIER-F