En un rincón te espero,
quieto, aletargado y torpe;
incluso temeroso.
Me oculto en el regazo de las sombras;
deduzco que te te sobro.
En un rincón te acojo,
sabiendo que la esquina es ese límite insondable que me ciega.
En un rincón añoso.
No sabes lo que llevo siendo tiempo en esta espera.