Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







jueves, 5 de agosto de 2010

HE NACIDO ESTA MAÑANA

He nacido esta mañana,
huelo a delantal de nácar.
De un pecho que me ha marcado
he colmado mis ardores
que sólo eran por comer.
Duermo mucho a cada instante
y son borrosas las sombras
que me cantan mi hermosura.
Duermo mucho sobre el blanco
de mis sábanas de lino.
Sólo recuerdo un olor:
puro amor que me contempla.
De su boca los sonidos:
terciopelos y cariños.

Tanta leche que he bebido
me ha puesto de pie y ya sirvo
para asomarme yo mismo
a mi alfeizar preferido
y ver el sol allá en su cénit.
Ya estoy a media mañana
dando tumbos por la alcoba.
¿No está esta casa muy sola?
Tengo ganas de llorar
y aparece mi mamá.
¡Cómo me agasaja a besos
y a decires de embeleso!
-Coge -nene- tu cartera
que te lleve hasta la puerta
de la escuela que te espera
para que lo escuches todo
y superes lo que fui.
Son tantas las horas muertas
que me paso recordando
cómo juego yo en mi mundo,
en mis nubes de soplar...
Tanto divago despierto
que apenas tomo el concepto
de qué es el tiempo en este juego.

Cuando mi madre me espera
al salir de ese recinto
ya no tengo mi cartera.
Es azul lo que me entrega
y sirve para las deudas.
Es el mono del esfuerzo
que manchado tras las horas
de una semana tras otra,
alienando el pensamiento
cercena el color del sueño.

Ahora me cubre otro techo
de ilusiones y de esfuerzos.
Tomas cariño a otra niña
que lo mismo ella en su vida
ha dejado su cartera
por ponerse de rodillas
en un suelo de ladrillos
o en una oficina esquiva.
Se oye al fondo una chiquilla
que ha nacido en una cuna
donde huele las violetas.
Su retina le presenta
mil formas color de lila.
Siempre quiere tener una
a su lado, en su regazo.
Ya llora y pide su leche,
pero la nuestra se cuece
porque se acerca la noche.

Con el sigilo que cabe
cuando el sol ya se despide
suave me acerco al espejo
por no despertar reflejos
que me oculten mi verdad.
La verdad: casi acabo de nacer.
Pero el suave devenir
ha hecho que no sé si soy
el que con la testa clara
mira oscuro su mirada.

Tarde-noche en nuestras vidas
consumidas en los sorbos
que el capricho nos cedió.
¿Cuántas tazas de sabores
quedarán en cada instante
que nos quede por catar?
Siempre voy oliendo olores
que me hagan disfrutar.
Siempre voy oliendo olores
que me lleven más allá,
pero no puedo olvidar
que yo acabo de nacer,
que he nacido esta mañana
y la noche está al caer.

VICENTE JAVIER-F

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