Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







martes, 31 de julio de 2018

Contornos de la luna


Quizás pueda que sirva
para crear contornos de la luna,
para unir siluetas moribundas
de otras lunas que no existan
sino en un tugurio delirante
para penas que se expulsan cada noche
con las lunas.
A lo mejor me expongo a los recados de la noche
y sus traiciones.

lunes, 30 de julio de 2018

Ni una nube de bordados en el aire


(Yo no podré quejarme/si no encontré lo que buscaba.
Cielo vivo, Poeta en nueva York, F.G.Lorca)

Yo no tendré un asunto pertinente
ni una nube de bordados en el aire.
No crujirán desnudas emociones
ni saldrán a paseo
las veinte fieras noches
que me impregnen las entrañas.
No dejarás al frío la extorsión si sigo vivo.
No cortarás el aire que se apoye en el alfeizar
inservible de ventanas encogidas
por el miedo a las esquirlas
de las nubes insensibles.

sábado, 28 de julio de 2018

Entraré en mi casa


Entraré en mi casa cuando el alba suene,
pues mi paz habrá sido quebrada
cuando el tul oscuro de un invierno en ascuas
cubra las estancias.
Y si el alba es clara
y el sonido intenso
dejaré mi hatillo
y romperé las tablas.
Una vez adentro,
ya no seré nada,
nada entre los pasos que me cierren
los retornos.
Una vez al alba destronada.

jueves, 26 de julio de 2018

No con la tinta


(Quién te escribirá canciones de amor
cuando yo sea señor al final…
 Leonard Cohen/Lagartija Nik, Enrique Morente)


Escríbeme, por favor.
No lo hagas con la tinta,
sino con el agua al cuello
que detectes por mi ser.
Escríbeme desde un dolor de ausencia,
y no una canción al uso,
como de otros témpanos de voz.
Más bien
unas letras perturbadas
de pasión.
Y cuando el agua se diluya entre renglones
vanos, más allá del estribillo
sonámbulo de amor,
retorna entonces a la tinta
para decirme adiós.

domingo, 22 de julio de 2018

Un sueño que empiece por mis pies


También recordarás el sueño
del agua entre la sed,
el alma de un reflejo por los granos
de la arena sin vergel.
También recordarás, acaso,
el sueño que no fue,
aquel que nos ataba tanto
que no pudo suceder.
Y entiende que si subo por tus sueños
con ganas de crecer
será que te deseo siempre
un sueño que empiece por mis pies.

lunes, 16 de julio de 2018

Vivo en un quinto piso


Tú sabes que vivo en un quinto piso
sin cocina
sin vecinos
sin alcoba en donde esconda
la colada de mi atuendo descarnado;
donde no halle los silencios de los otros.
Vivo en un quinto
sin tercero
sin segundo
con el cuarto entre costillas,
y un primero vergonzoso
que no quiso ser primero
de una mole sin sustento.

miércoles, 11 de julio de 2018

Alegoría de un viaje esquivo


—¿Y dónde vamos?
—Ya lo sabes: no vamos a ninguna parte.
—Entonces, ¿qué hacemos?
—¿Y por qué haremos algo en lugar de nada?
—Lo podías haber dicho una miríada de años antes,
antes incluso de habernos conocido.
—¿Y qué hacemos con nuestros vacíos?
—Mira, por favor, la cólera ya me la relleno yo.
Quiero descansar mi voz
antes de que nuevamente crea
que vuelvo a ser yo.
—Está bien. ¿La maleta te la envío
solamente a la estación?
—Pues resulta que hace ya dos mil veranos
que la maleta soy yo,
arrastrada hasta la estancia
que me decora el dolor.
Y, por cierto, súbete tú a otro vagón
que te aleje y que me impida
saber de engaños a dos.
Por favor,
dejemos de ir a parte alguna
que nos parta en más de tres.

(La escena podría continuar en un andén cualquiera,
unas cuantas horas todo más añejo,
mas es lo mismo,
los actores salen de escena,
y quedan las maletas
con los rasguños encima.
Y se quedan solas,
en ese inmenso descuido
que supone darse cuenta
de que habían perdido la cuenta
de cuántas veces la estación que frecuentaban
no recordaba nada
de su insistente presencia,
más allá de algún despiste,
de unas lágrimas de adiós
en un pañuelo sacudido
como diciendo siempre:
¡con Dios!
¡Con Dios!)

domingo, 8 de julio de 2018

Era un riesgo lírico


Era un riesgo lírico
soltar versos hacia el aire
en la ventana que se orienta hacia el olvido.

¿Y si no jugueteara el viento en tus pestañas
y dejara de sonar como lo hacen las campanas en la aurora?

¿Y si oscuro queda el día
tras haber puesto los nombres
a tus gestos, a tus sombras, a tu estilo
sin caer en lo inefable del espíritu que escondes?

¿Y si encima te derramas
y te escapas
por las horas infinitas que me privas de tu estampa?

Era un riesgo obtuso y ciego
—además de lírico y cobarde—
que se fue por la ventana
suspirando por los aires que te llamen
y me alejen de tu olvido.

miércoles, 4 de julio de 2018

Una espera palaciega


He salido a los balcones de palacio,
he sentido frío
y el soplido de los vientos resentidos.
No he oído canto en la mañana
ni en la tarde que se tumba en tu almohada.
Frío, solo frío
y un milímetro de escarcha en mis pestañas.
Apenas divisaba un haz de luz
cuando creía enardecerse mi paciencia adormilada.
Los parajes resoplan de vacío,
y allí seguía yo con los atuendos de la espera.
Felices los que esperan
sabiendo que el motivo se les presta a responder
en cada aurora,
en cada hueco milenario de ese instante demorado.
Y allí quedé desnudo de tu voz.
Y allí me despojaba del paisaje y de la brisa
que surgían de esa espera palaciega.
Y allí me despojaron del palacio que creía levantado
por tus ojos.