Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







domingo, 18 de noviembre de 2018

Cuando aún éramos tiernos recorridos


Cuando aún éramos tiernos recorridos,
y pasábamos ajenos
—yo ya en ti; tú ya en mi rostro—,
sin el turbio estar pendientes
de los ogros en los ojos
del de en frente.
Cuando aún tomabas tiempo en detenerte
en la estufa de mis hombros,
mucho antes de entregar mis omoplatos
al destino indiferente
—al sentir que no haya manos caldeando la inclemencia—.

He volado infinito en esta noche


He volado infinito en esta noche
con el sueño liviano en mis adentros.
He sentido caricias de lo ausente
y de nada servían los desvelos
porque todo se queda en un señuelo.

domingo, 4 de noviembre de 2018

Una noche


Una noche incierta,
con la idea de lo oscuro traicionada,
con los ogros liberados
y un perfume de azucena por los granos de sus citas.

Una luz del pensamiento
rebajaba aquel motivo ennegrecido,
que por siglos la domina.

Una noche, solo una,
cuando el alba era cuestión de olvido,
cuando todos los temores fueron sobras
de una oculta primavera.

Solo una,
cuando quise que la luz no amaneciera.

(Es de día.
No me digan que otra noche ya despierta.)