Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







domingo, 26 de abril de 2020


Casa

Casa,
cobijo, coraza y canto
de un te llevo si me marcho.


Casa,
piel de tantas veces alma del dominio.

Grata,
tanto como quiera la quietud enamorarla.

Solo dos
los pétalos de arcilla que te cubren la techumbre,

flor que quieres sea nocturna
si te colma cuando excita las fragancias de su calma.


Solo dos telas de abrigo,
la del tenue lino, que al rozar te arroba; la del amplio velo de su sol interno.

lunes, 20 de abril de 2020

Te ofrezco un lunes


Te ofrezco un lunes
—estricto—,
anclado a la sencilla pesadumbre;
borroso y quieto,
que apenas te remarque la impresión
de estar a ciegas
en este deambular entre cortinas desecadas.

Te cedo el lunes,

como algo que tuvieras merecido
si acaso me imagino el menosprecio a la dulzura
del quedarse agazapado por rincones
de las horas que cautiven.

También me esperaba un lunes —lo entiendo—,

y entonces decidí no posponerlo y soporté a los negociantes
de las sombras
en los tantas veces lunes.

Anuncié que te lo daba
—sencillo—,
como horas que se claven en la suerte de aclamarlas
—todas—.

domingo, 19 de abril de 2020

La merced de los que doran decadencias


Miradlas,
pueden ser días caídos,
incontables beneficios del quedarse en el patíbulo
del tiempo. Quieren ser no más que pétalos sin días,
su tersura, o algún ramo de inquietud de primavera,
que no llega o que pasó ya por sus lindes
y nos muestra
la merced de los que doran decadencias.

domingo, 12 de abril de 2020

Resultado de una estética anulada


Siento la grasa acumulada en el cabello.
Ya sé que puedo usar champú en el fregadero
y aclararme la cabeza, si me pongo;
pero me he quedado sin la pobre esteticista y me resisto a perdonar
mi desazón. Se acumulará la grasa en los peldaños de mi pelo,
negaré la vista a los recados del espejo,
y saldré a la calle con la red que me recoja ensortijados
los cabellos.
Un día
y otro más
sin las ganas de arreglarme desatinos
de esta edad con que me pilla y sus ganas
de brillar con evasivas.
Si no hay revista en mi sillón con impactantes residencias
y un montón de colorines en vestidos inflamados
donde yo me pueda ver en fantasías incendiadas
por las ganas de prender mi realidad,
no me lavaré los pelos.

(Las peluquerías están cerradas por orden del Real decreto de Estado de alarma.)

sábado, 11 de abril de 2020

Ya que cuentan


Ahora,
que más bien somos cifras
para tan altas esferas que nos cuentan;

ahora,
que casi solo dejan
un anónimo suspiro en las entrañas,

ya que cuentan,
mejor también que cuenten, no infelices supurados,
sino algo de verdad de la que vuela y se desploma en la sesera.

domingo, 5 de abril de 2020

Un cansancio ciego en los viajeros


Puede haber
un cansancio ciego en los viajeros,
al haber perdido todo medio de llevarles
al confín de tantos sitios que aparecen en clausura impenetrable
a las pisadas que ahora suben las paredes
del cordón umbilical de cada hogar sin sensaciones.

sábado, 4 de abril de 2020

En el cuarto mes


Hoy,
en el cuarto mes de un todo se ha quebrado
en el rocío de los días,
cuando está más bien helada la quietud;
en el cuarto mes, que hace pararse las distancias,
pero amplía la inquietud en insalvables recorridos
por lo insomne.
Nada esconde el cuarto mes que no estuviera ya
cedido a la hecatombe,
cuando el tiempo es ya suspiro evanescente
por llegar.