Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







jueves, 31 de diciembre de 2020


 

Son las seis de la mañana

de un día que es el primero.

Continúan invasoras las molestias que no aplazan

acostarse en mi regazo.

Son las tantas campanadas en las horas que supones como amigas;

y no sé si van conmigo.

Son seis horas de lo nuevo

en mi alma que se anuncia tan mermada.

Todavía no hay trasluz,

porque el sol está hibernando,

y este orbe es tan ajeno,

que se libra de un soplido

del jolgorio y de los ruidos.

Son las seis escasas horas para un bello (feo) indurmiente,

que se empeña en aclarar su estancia,

tan de noche; tan de noche.

Y hace muy escasas horas que dormiste sin laureles.

Son las seis horas que escupen

los sudores que ya vienen.

viernes, 25 de diciembre de 2020

Algún día

 

Algún día,

cuando sienta un arrebato infértil,

tomaré las ansias que soplaron fuerte,

y diré tu nombre a mis entrañas, siempre;

por tenerte. Por tenerte.

jueves, 22 de octubre de 2020


 

—Le ofrezco una ración

de dulce ameno.

—Ya se lo agradezco, damisela,

pero yo nací entre los vinagres.

—Pena.

—No se crea. Ir ganando la acidez

siempre me entona.

—Pena, insisto.

—Lo que a mí me hiere es tanto dulce

sin motivo.

—Pues le digo que seré dulce de vida.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

Te pondré una rosa

 

Te pondré una rosa fija en las pupilas,

de un bermejo intenso,

de una mera herida

si la quitas.

Te pondré una mísera sonrisa,

cabalgando a lomos

del carmín que usas

en esos labios secos

cuando cesan

de besar

la rosa.


lunes, 7 de septiembre de 2020


Cómo cortejan las nubes.

¿Y esa desnudez extrema en el posar?

Pregunten a las ramas que barrieron el estío

con tanto desolado afán por lo otoñal.

lunes, 31 de agosto de 2020

Celeste animación


Percibo una celeste animación que brilla
por encima de las tierras ya durmientes.

Después vendrán las híbridas maneras de la aurora,
para echar por tierra y momentáneo olvido
los oscuros bordes de la espera.

domingo, 23 de agosto de 2020

Estío


Como cuando era niño y los minutos
asolaban la inquietud y sus parcelas;
como cuando contaba hastíos,
agotando siempre las paciencias de la espera,
por no saber jugar al tiempo sin sentido.
Así es el cruel seguir, cuando en verano
se te estallan intervalos, de tan blancos,
tan vacíos; como cuando soy un niño —ahora—,
y el verano es un renglón dormido.

viernes, 14 de agosto de 2020

Escríbeme tu nombre


Escríbeme tu nombre —nuevamente—
sobre líneas invisibles.

Sabré reconocer los trazos de tu ser
de nuevo al descubrir
vacíos en tu luz.

sábado, 1 de agosto de 2020

Esa sombra enrojecida


Del
universo,
la noche;

de tu espíritu,
esa sombra enrojecida con carmines sobre labios que se esconden.

sábado, 18 de julio de 2020

En un rincón te espero


En un rincón te espero,
quieto, aletargado y torpe;

incluso temeroso.

Me oculto en el regazo de las sombras;
deduzco que te te sobro.

En un rincón te acojo,
sabiendo que la esquina es ese límite insondable que me ciega.

En un rincón añoso.
No sabes lo que llevo siendo tiempo en esta espera.

miércoles, 15 de julio de 2020

Quédate conmigo; márchate corriendo

Quédate conmigo,
soledad que fueras
una idea clara
entre el grito humano.

Márchate corriendo,
soledad, si imperas.

martes, 14 de julio de 2020

Yo saludaría


Yo saludaría a ciertas
chicas
mozas
señoras
damas,
que no conoceré.

Más bien tendría sueños
capaces
veraces
altivos
dignos,
y siempre especiales.

De todas ellas, que no conoceré,
tendré sabor de campo,
de urbe
de parque
de inútil soledad meditativa.

Y si acaso alguna
me llega a conocer,
sabrá que el árbol triste
ya nos brota
debajo de los pies.

martes, 23 de junio de 2020

Tibia estancia en los dominios que perdimos

Aquí en el mundo en que perdimos
los sentidos,
debido a aquella voz o a los dominios de lo turbio y de lo bello,
aquí, quizás será el lugar en que volvamos a sentir
que lo quisimos.

domingo, 31 de mayo de 2020




Entre las cinco y las seis
abrí tu puerta,
entretuve la inquietud
de lo que importa.
Entre las seis y las cinco
perdí el recuento
de cuántas puertas quedaron
por siempre quietas.

Libre generas florido beso.


Genista, libre
Generas
Ganas de gozar
Tu intenso gesto.

Ganas de aspirar
Si sabe intenso.

Pena si al final
Se va
Florido beso.

domingo, 26 de abril de 2020


Casa

Casa,
cobijo, coraza y canto
de un te llevo si me marcho.


Casa,
piel de tantas veces alma del dominio.

Grata,
tanto como quiera la quietud enamorarla.

Solo dos
los pétalos de arcilla que te cubren la techumbre,

flor que quieres sea nocturna
si te colma cuando excita las fragancias de su calma.


Solo dos telas de abrigo,
la del tenue lino, que al rozar te arroba; la del amplio velo de su sol interno.

lunes, 20 de abril de 2020

Te ofrezco un lunes


Te ofrezco un lunes
—estricto—,
anclado a la sencilla pesadumbre;
borroso y quieto,
que apenas te remarque la impresión
de estar a ciegas
en este deambular entre cortinas desecadas.

Te cedo el lunes,

como algo que tuvieras merecido
si acaso me imagino el menosprecio a la dulzura
del quedarse agazapado por rincones
de las horas que cautiven.

También me esperaba un lunes —lo entiendo—,

y entonces decidí no posponerlo y soporté a los negociantes
de las sombras
en los tantas veces lunes.

Anuncié que te lo daba
—sencillo—,
como horas que se claven en la suerte de aclamarlas
—todas—.

domingo, 19 de abril de 2020

La merced de los que doran decadencias


Miradlas,
pueden ser días caídos,
incontables beneficios del quedarse en el patíbulo
del tiempo. Quieren ser no más que pétalos sin días,
su tersura, o algún ramo de inquietud de primavera,
que no llega o que pasó ya por sus lindes
y nos muestra
la merced de los que doran decadencias.

domingo, 12 de abril de 2020

Resultado de una estética anulada


Siento la grasa acumulada en el cabello.
Ya sé que puedo usar champú en el fregadero
y aclararme la cabeza, si me pongo;
pero me he quedado sin la pobre esteticista y me resisto a perdonar
mi desazón. Se acumulará la grasa en los peldaños de mi pelo,
negaré la vista a los recados del espejo,
y saldré a la calle con la red que me recoja ensortijados
los cabellos.
Un día
y otro más
sin las ganas de arreglarme desatinos
de esta edad con que me pilla y sus ganas
de brillar con evasivas.
Si no hay revista en mi sillón con impactantes residencias
y un montón de colorines en vestidos inflamados
donde yo me pueda ver en fantasías incendiadas
por las ganas de prender mi realidad,
no me lavaré los pelos.

(Las peluquerías están cerradas por orden del Real decreto de Estado de alarma.)

sábado, 11 de abril de 2020

Ya que cuentan


Ahora,
que más bien somos cifras
para tan altas esferas que nos cuentan;

ahora,
que casi solo dejan
un anónimo suspiro en las entrañas,

ya que cuentan,
mejor también que cuenten, no infelices supurados,
sino algo de verdad de la que vuela y se desploma en la sesera.

domingo, 5 de abril de 2020

Un cansancio ciego en los viajeros


Puede haber
un cansancio ciego en los viajeros,
al haber perdido todo medio de llevarles
al confín de tantos sitios que aparecen en clausura impenetrable
a las pisadas que ahora suben las paredes
del cordón umbilical de cada hogar sin sensaciones.

sábado, 4 de abril de 2020

En el cuarto mes


Hoy,
en el cuarto mes de un todo se ha quebrado
en el rocío de los días,
cuando está más bien helada la quietud;
en el cuarto mes, que hace pararse las distancias,
pero amplía la inquietud en insalvables recorridos
por lo insomne.
Nada esconde el cuarto mes que no estuviera ya
cedido a la hecatombe,
cuando el tiempo es ya suspiro evanescente
por llegar.

domingo, 29 de marzo de 2020

La anti propuesta


¿Y dejar esas bellezas, me ofrecéis?
¿Consumir del gusto efímero su bien?

Habremos de convenir que,
iniciados los estados de belleza en mi interior,
sobra su proposición.

Ya ve: proseguir;
reunir las partes nobles de la acción de estar aquí.

¡Oh, si caen las grandezas de cualquier pobre minucia,
con dolor!

¡Oh, vida —así— esclavitud!

jueves, 26 de marzo de 2020

Hoy te escribo

Hoy te escribo,
corazón mío,
por si acaso me seduces
los instantes,
una vez
que me deje comprender.

Hoy me exijo
corazón
también.

lunes, 23 de marzo de 2020

Trinos




Trinos.
Es curioso oír los
trinos
en el aire,
sujetándose a las ramas caprichosas.

Flores.
Cómo amarillean unas
y otras blancas
se mantienen.

Aire.
Todo suena al
aire
que entretiene.

Trinos. Trinos.

Suena tan curioso oír,
tan extraño ver
la primavera,
como casi sumamente ajena a nuestro estar
con tanto aprieto.

Aire.
Cómo nos mantiene el
aire.

domingo, 22 de marzo de 2020

Lo insondable



Aquí junto a las piedras me recojo en el regazo del instante.
De nuevo el Sol es adorado, como en Tebas, como en Menfis.
Traiciono los momentos y me evado, recorriendo las centurias
de un medievo ya diezmado. Y visiono puertos de ciudades
perturbadas por la Peste renovada eternamente.
Eternamente.
Solo flores negras
en altares incendiados.
Las piedras me caldean,
mas no tengo más tiempo que el que cedan los embates.
Me adentro en mis cenizas. Constato —nuevamente—
que en la vida se entretiene
lo insondable.

sábado, 21 de marzo de 2020

Oh mano que me atrape


Es mejor esperar a que en la noche se desnuden
las luces agotadas;
entonces, tendrás quietas las estancias
y el fragor oscuro posará sobre tu mano
la virtud de asirte a lo impalpable.

¡Oh mano que me atrape
con su guante tímido y silente
en mi oscuro líquido de sangre!


No solo el silencio:
la soledad;

no tan solo cueva de ti mismo,
sino ausencia de otredad.

Así también,
ser sin miramientos:

solo pulso,
ritmo en el azar.

(Ahora, que hay silencio en el estar. Y algunos huecos llenados por la soledad.)

miércoles, 18 de marzo de 2020

lunes, 16 de marzo de 2020


Ahora,
que hay un cielo color techo
en los instantes,
cojamos cada puerta
con las ganas
de que cierren
salvedades
añadidas
al recinto
de lo humano.

domingo, 15 de marzo de 2020

Hoy llevaría una rendija
pegada a mi inquietud,
por si acaso tú pasaras
—quimera—,
llenándome
de luz.

sábado, 29 de febrero de 2020

Y no saber volver


Quemar las naves
y tomar las puertas
de un total desinterés.
Abrir una secuencia en la apatía,
y no saber volver.

Mientras nos hacemos soles

Mientras nos hacemos soles,
que vibre incandescente la existencia,
en tanto
que seamos rayos
de ese fuego en levedad y merma.

jueves, 20 de febrero de 2020

Rodeo el campo de la luz hiriente

Rodeo el campo
de la luz hiriente
—porque deja las secuelas
de su leve roce—.
Deambulo y se me escapa,
toda seca,
en ramos
de apagada gracia.
Recojo el cáliz
de esta tarde estampa de lo tenue,
y bebo sorbos de quietud que embriaga.

domingo, 16 de febrero de 2020

La esperada oculta

Eres tú
la esperada oculta.
Y pondré mi estancia en espacios que acaso
jamás esperabas.

martes, 11 de febrero de 2020

Negro párpado en lo blanco

No sé
si habrás dormido encima
de los lívidos fracasos,
si habrás tomado en serio
la inconclusa seriedad
de lo fallado.

No sé
si habrás sido capaz
de adormilarte
por encima
de lo blanco.

martes, 4 de febrero de 2020

Dos

Se habían buscado el alma agazapada,
para vestirse al traslúz
de furia,
de raso y
primor.
Dos,
que habían buscado hallarse
más bien
llegada
la plenitud.

domingo, 2 de febrero de 2020

No vendrás


No vendrás
a verme a mi ventana descuidada.
Dejarás pasar instantes
en la tarde que simule complacencia
con los locos
que creyeron en la espera.