Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







miércoles, 14 de septiembre de 2011

SUENAN NOTAS

Suenan notas decreciendo por las
Ramas de los árboles al viento.
Corta el sol su recto rayo de bravura
En el momento en que la estepa campa dura
Por los campos de la lluvia con sordina.
¡Ay, fragmentos del otoño, lento, lento!
¡Ay, sonetos que quedasteis sometidos
Al ardor de los calores bajo sombras que albergaban
Dulces damas de las épocas doradas!
No hay cuartetos; no hay tercetos que ya canten
A los ocres campos secos.
No hay amantes que se llamen,  que se clamen
Duro esfuerzo por sentir calor de afecto.
Suenan notas de lamento en los prados
Y en las fuentes del asueto.
No hay arbustos que serenen los sofocos
Delirantes del pastor por sus resuellos en la búsqueda
Inquietante. No hay zagala que le espere ya otro
Instante. Hoy el campo descompone los sabores
De las ambrosías puras; de las dulces
Criaturas. Hoy ya sólo forman silvas los
Silbidos por las hojas de los vientos susurrantes.

Vicente Javier-F

sábado, 3 de septiembre de 2011

EL ÁRBOL

He hablado con un árbol,
suelto allí en su lejanía.
Es su pose recta y tiesa,
con enhiesta lozanía.
¡Y yo que no lo veía!
Dice mucho si lo miras.
Creo que en mi parloteo
sé sentir el quiz del mundo.
Veo el árbol casi mudo
y me enseña sus heridas
supuradas en su piel.
Pero calla en sus arrugas,
y permite que la vida
siempre crezca más arriba.
¡Y yo voy mirando al suelo!
Veo hojas esparcidas
que se van en pleno vuelo.
Veo frutos ya caídos
y creo que sé el sentido:
ahora esa semilla oculta,
si halla cama en el mantillo,
crecerá lenta en el suelo.

Dice el árbol que ya ha hecho
su trabajo acometido,
pero no pierde el sentido
por saber a dónde ha ido
su semilla si es que brilla.
Él sigue mirando al cielo,
enredado con sus ramas
Puede que caiga una hoja.
No le importa; no se enoja.
Sabe bien lo que soporta.
Si hay calor de sudar gota
reconoce que no agota
su crecer en este estío.
Yo paso a su lado lerdo
mientras él persigue cuerdo
su futuro ante el invierno.
Sabe que son días plenos
y el verdor brilla sereno
por su copa cual sombrero.
Pero dentro ausculta al tiempo,
y su porte cuasi tierno
pronto cambiará el sombrero.

Hoy me ha dicho el árbol quieto
que el verano no es tan cierto.
He sabido por sus poros
que el otoño tarda poco.

Vicente Javier-F

sábado, 20 de agosto de 2011

HE VISTO UN POTRO SIN ROSTRO

Veo una loma lejana,
poco, muy poco lozana.
Ella deja que se asomen
secos hierbajos sin polen.
Tiene su cima de oliva.

Allí también, asustado,
veo tierno en su  reposo
un bello potro cansado.
¡Tiene una crin tan peluda!
Viene despacio a la loma,
perdida, pequeña, sencilla.

Este potro tiene herida
en el lomo de la vida.
Si alguien lo monta sin silla,
no nota nadie rencilla:
él lleva vida sencilla;
potro de herida en la vida.

Hay un toro que se asoma
por lo alto de otra loma,
alta como una corona.
Toro negruzco y ufano
eres más bien soberano,
¡Posas con planta de arcano!

Toro enorme en tierra altiva,
¡qué alegría ver la vida
desde las cimas henchidas!
No los potros lamentosos
que sus hocicos sin rostro
no huelen rastro de altura.


(*)Dedicado a una señora
que las alturas adora,
y, cierto día y a una hora,
puso medida a la aurora.

Menos mal que sí amanece
para el que estanca y no crece;
menos mal que el mundo mece
a todo el que lo merece.

Vicente Javier-F

sábado, 13 de agosto de 2011

UNA PALABRA

Una palabra ¿Me sale, si quiera, una
palabra? ¿De dónde? ¿De la nada?
Una palabra dada ¿por los hados?
Prosigo de silencio embadurnado.

¿Una palabra dice?:
Suelta el aire de los dichos
de las bocas compungidas
que se afanan por decir.

¿Una palabra miente?
Una palabra siente lo que dice.
¿Sienten las palabras?
¿Sienten a las bravas?

Son sonidos rebosantes por salir
desde el brillo refulgente de los
dientes. Son sonidos oclusivos, fricativos,
palatales, velares, labiales o dentales,
pero... ¿Qué sacamos si seguimos el camino en su
salir? ¿Mi palabra va a ser eso,
un sonido suelto al aire con el nombre
de paredes por frotar? Chocan las palabras todas
por las formas de mi boca y
por las sombras de los fondos de mi ser.
Chocan las ideas todas con la jungla envenenada
de las tramas del pensar. ¿Pienso en una palabra?
¿Sola?: ¿Vida? ¿Ser? ¿Ser para la vida?
Ya me salen más de tres.

¿Sigo? ¿Vivo? Yo mismo me he
reducido ¿Una palabra sola?:
Sí.

Vicente Javier-F

jueves, 28 de julio de 2011

¡CÓMO AZOTAN LOS SONIDOS DE LA NADA!

Salgo al aire del silencio provocado
por los llantos del halago;
por el ritmo del decir en tono vago.
Callo ¿Cómo hago?

Tú escucha serena los susurros
de la arena de tus venas,
pues su río tiene un ruido
que se queda bien sumido
en el centro del vacío que es mi
oído. No nos llegan los sonidos
de sus ondas, pero están en lo más
hondo. Todo es sonido en el
fondo de tu ser y de mi
asombro. Pero yo no alcanzo el
soplo del vibrar de cada capa.
Debe ser porque estoy sordo.
Debe ser que sólo escojo
los sonidos del
despojo de la vida.
¡Grita, vida, y grita herida!
Cuando yo quiero callar,
todo el mundo a
restallar ¡Cómo tiemblo entonces
mudo porque no pueden cesar!

Oigo apenas los silencios
de los muros de las
piedras de aquí atrás.
Oigo absorto los clamores
de las hierbas temblorosas
que su miedo en mi
reposan. Es el viento que ya
azota ¿Sabes tú quién más
resopla? No lo digas: las palabras
escondidas suenan más que las
altivas. Sencillez de los matices.
Prueba a entrar en esas
cuevas que tu boca te provoca
porque guardes bien melosa
los sonidos de las cosas;
los sonidos que las musas
ya dijeron entre risas.
Pero toda risa suena y el silencio se
destrona, mas a ellas les perdonas,
pues la risa siempre asoma
como estruendo en el
"te quiero" del silencio.

Vicente Javier-F

LLEVO UN DÍA YO ESPERANDO

Llevo un día trabajando todo el rato en decir algo,
algo soso, algo tonto. Mas me callo; no respondo.
Miro golondrinas altas en sus vuelos retorcidos,
pero no encuentro motivos. Sé que un día hubo poetas
que sintieron sus aladas formas blancas y negruzcas,
pero yo no veo mezcla ni en lo blanco ni en lo negro
que me ayude a unir palabras y me digan algo etéreo.
Puedo forzar unas proas, puedo carenar mil proas
con las palabras más toscas y enfilar con viento en popa
unas aguas bucaneras, pero no veo manera.

¿Ingenuo soy? ¿Detrás de qué es de lo que voy? ¿De palabras ya sonadas?
¡No! ¡No! ¡No! Mas la lengua siempre suena a lo que un día sonó.
No, pero quiero sanar yo mi lenguaje y algo más.
¡Me pierdo! ¡Me pierdo! Mejor lo intento de nuevo.

Llevo un día trabajando todo el rato en el esfuerzo de sacar pecho diciendo:
¡Mira lo que estás leyendo!, amigo, que ni te veo ni siento;
amiga, que no sé de tu guarida. Todo el día en el intento
cual si fuera yo un maestro en juntar letras y un texto.
No, amigo: no se junta el sinsentido; no se nace con la boca del
hechizo, no se compran las palabras encendidas con las chispas
de otras bocas decorosas. No, amigo: no se juntan las palabras
sin saber cómo nombrarlas. ¿Nombraré a las lindas damas?
¿Nombraré rosas y espadas, deshojadas? ¿Corazones desbordados de sentimientos
robados? ¿Robaré letras cantadas al amigo y a la amada que un día fueron
formadas por boca del trovador? No, amigo: mi propia voz no va
conmigo. Siento las palabras hueras mientras pienso en las mil caras
que salieron destrozadas por usar letras rimadas; por usar verso sin trino,
gorgoritos de algún ritmo.. Dejo ya mi terca pluma.
Doblo al suelo mi cerviz y todo que he de decir por el piso pasará.
Llevo un día yo esperando por sentir si digo algo.

Vicente Javier-F

PS. En reconocimiento a la vanidad de cualquier vago intento.

viernes, 15 de julio de 2011

EL VIENTO DEL SUR ARROJA

Una ráfaga me suelta;
una ráfaga me altera
coordenadas en la nada.
En la nada que me habita
en esta vida escindida
entre una latitud soñada
y una longitud banal.

Duro Bóreas, tú te asomas
por las puertas de la arena,
de la arena que hizo casa
junto con palas de cal.

Rosa de vientos tendida
tú me prestas a escondidas
la bocanada precisa.
Suave Céfiro escondido,
quizás seas el elegido.
Suave Céfiro marino,
tú mandas las brisas calmas,
que colman las almas planas
de la nada derrumbada.

Austro del sur transportas
clamores de rocas secas
de los desiertos tan mudos,
de los desiertos tan duros
por ser espejos de sol;
de sol sin sentir ni rubor.
Viento del sur no lloro
por asomarme a tu arrojo;
soplo de roca y de rojo
sube calima y sofoco
a mis entrañas de enojo.

Vicente Javier-F

miércoles, 13 de julio de 2011

LAS BRIZNAS DE UN INSTANTE

Cualquier brizna de un instante
no consume los placeres
de su roce intermitente.
Cualquier soplo de un aroma
no consigue detenerte
en el flujo caprichoso
del momento inacabable.
Cualquier ráfaga de aire
no retiene los momentos
de un antes que fue presente.
Tiempo en fuga y vida dura
si no apuras los instantes
con sus briznas de placer.

Vicente Javier-F

martes, 12 de julio de 2011

LÁGRIMAS DE ESPUMA Y SAL

El mar... Si escuchas, siempre llorando está
con lágrimas de espuma y sal. ¿Sabes tú por qué será
que el mar llora sin parar? La Tierra presta
su rostro con sus contornos de suelo;
la Tierra rompe las olas en sus mejillas de azote.

Quizás quiera llegar -el mar-
hasta el Sol en su inmensidad: ¡le presta tan bello
disfraz! -al mar-. Quizás quiera él alcanzar
a cada estrella y su brillo, para poder decorar
de nácar su manto de sal.

Pero... Más cerca la Luna queda, que siempre
cambiando está de cara para gustar.
Creo que el mar sí se deja por su influencia
arrastrar, creyendo que Luna tiene
agujeros de papel para que puedan secar
sus lágrimas de espuma y sal.
¡Ay, Luna, cuánto le haces llorar!

Vicente Javier-F

jueves, 7 de julio de 2011

AGUA; SED

Ya sólo veo polvo en el camino
y una seca brisa que lo mueve en remolinos.
Sólo huelo el polvo derretido; miles de fragmentos
esparcidos por el manto de la tierra enrojecida.

Huecas las naranjas cuelgan de las ramas
estrujadas. Liofilizada pulpa en cada fruta
sin el gusto de la cítrica melaza.
¿Dónde los pulmones de la tierra
pigmentada por el verde de las plantas
asustadas, por el verde de esperanza domeñada?

Secas las sustancias cerebrales de los hombres,
sin sombreros, sin galones sobre hombros encogidos
por la furia de los vientos removidos.
Duras las miradas minerales bajo párpados
cerrados por el grano de los polvos cristalinos.
¿Qué verán en las mañanas de la sed?
¡Fuentes; fuentes! Agua. sed. Polvo de mi ser.

Vicente Javier-F

jueves, 30 de junio de 2011

ADIÓS, CÓRDOBA ETERNA

Veo un resplandor de vida
que asoma por tus orillas.
Río Ancho que te brinda
ojos de puente de piedra,
y torre galana que cuida
el minarete que observa
la Calahorra en su cima.

Patio de los Naranjos
que impregna todo tu olfato
antes que el alabastro
el brillo robe a tus ojos
si traspasas el umbral
del templo que hizo Alakán.
Bosque de mármol erguido
también por Abderramán.
Arcos montados en fustes
que doblan tu bienestar.

Jardines quedan pensando
cómo igualar el Edén;
susurros de agua y frescura
en el Alcázar del Rey.
Y el pueblo puso a tus pies
patios de mayo que ardieron
por los geranios bermejos,
que año tras año supieron
quemar el blanco de cal
como una traca final,
sonante en otro lugar.

¡Oh, Judería altiva,
traviesa, pura y sentida!,
perdemos nuestros sentidos
sintiendo blancos recodos
estrechos al caminar.
Secretos de tus esquinas
de anchuras todas perdidas;
secretos de asombro y enojo
porque te quitan la gloria
en un delirio de azar.

Brillante, barrio que asciende
buscando a la Sierra Morena;
brillante siempre tu sino
aunque hoy te den por vencido.
¡Adiós, Arruzafa antigua!,
siempre callada en lo alto
recuerdo del califato.

¡Ay, Corduva perdida!
entre columnas de templos
que quedan entre el cemento.
¡Adiós, Córdoba eterna,
sigue esperando clamores
y si hoy te quitan la dicha,
dichosa sigas erguida.

Vicente Javier-F

(*) En honor a la siempre espléndida Córdoba, tras el fiasco "otorgado" al no concederle la titularidad de "Ciudad Europea de la Cultura" para el año 2016. Gracias por tanta hondura y belleza, y que disculpen las cuatro que también merecen retrato, más esa Easo ensalzada.

lunes, 20 de junio de 2011

TIERRA

Tierra. Tierra. Tierra.
Tierra seca sin mareas.
Reptan las sombras
por su piel terrosa
con granos de piedras,
sueltas, secas, secas.

Ombligos del mundo,
de tantos que han sido,
la Tierra ha perdido
el centro de algunos
(o el sitio de todos).

Aquí sólo reptan
las sombras caídas.
No vemos erguido
ni el árbol altivo
ni el ser corrosivo
que fue transmutando
las piedras del campo
por polvo y por polvo;
por campos heridos.

Sombras del ser
abajo en el suelo.
Sombras que sacan
heridas de anzuelo.

Sombras de duelo
que arrastran señuelos
de pasado eterno,
de pasado infierno.
Sombras de suelo,
sin tacto, sin vuelo,
con duelo,
con rasgos de pecho
rasgado,
reseco,
deshecho.

Ciñen las tierras
los polvos etéreos
de las sombras que fueron
por los suelos
sueltos, secos,
secos.

Vicente Javier-F

miércoles, 8 de junio de 2011

¡HABLA!

¡Habla!, solitario. Clama en nombre de las torres inventadas.
Habla encima de las letras de tu antojo.
Si no saben los demás tu sentir desentrañar,
¡Diles!, solitario, entonces, que son tuyos los enojos,
que ellos forman mil despojos que la lengua siendo aguda,
todos por su punta ruda, todos, por su punta expulsa.
¡Habla! No maldigas la elocuencia de tu propia verborrea.
¡Sigue, arrea, lanza, tira, bota, suelta, saca, idea, inventa!
sonidos de menta, de mentar, de mentir, de vivir y de sentir.
No te dejes corregir si es por un sonido vil;
no te dejes acallar si tu voz herida está.

¡Déjales también hablar! ¿Hablarán tan bien, tan bien?
¡Claro, solitario, claro! Nadie debe ya callar,
sólo aquellos que ya intuyen que los sonidos no sirven
para el aire mejorar, por silencio rogarán.
Dejarán pasar los silbos por las agujas de pinos,
por las ramas de los chopos... No querrán dichos ni
tropos ni tampoco desalojos de las bocas ya sin sorbos.

Vicente Javier-F

sábado, 4 de junio de 2011

AMAPOLAS INFELICES

Quemo flores en las noches
de amapolas infelices.
Veo pétalos ardientes
que en mi mente ya veía
por los días.

Junto todos los colores apretados
y en un solo pensamiento
quemo todos los deseos
deshojados en la pira enrojecida del ardor.

Quemo pétalos; después me quemo yo.

Vicente Javier-F

HOLA, AMOR

Hola, amor. ¡Quiérete solo!
Di por qué un perdido vate
ha de jugar a adorarte.
Hola, amor. ¡Quiero ser tu gran
traidor!
Te han cantado tantas veces
tan honrados literatos,
tanta pluma embellecida,
por las noches y los días,
por los campos y palacios...
Se han posado en las camelias
del jardín más adorable, o en el
pozo de las sombras alocadas que
esperaban a la aurora por quererse
hasta morir.
Te han honrado las familias
de Montescos y también de Capuletos.
Has preñado las campiñas
de pastoras y de rústicos sentidos.
Has quitado cada espina a las rosas que
aromaban tu pasión. Ahora pasamos
las manos por los tallos despejados
y sentimos el querer sin el sufrir,
o sufrimos sin poder sentirte a ti.

¡Ay, amor, me has engañado!
He creído las palabras de los
libros absorbiendo ese sentir
por creerlo muy por encima de mí.
¡Ay, amor, estás aquí!
¡Ay, amor, te canté a ti!
Todos los que ya vencidos
por haberte conocido y ser hijos de otros
siglos, alabarte ya no pueden,
aunque quieran o lo rueguen.
Todos los que ya vencidos, si se han visto
envilecidos por creer en tus suspiros,
todos hoy están en mí.

He podido decidir alabar en tu
semblante lo más álgido del ser.
He podido decidir resarcir todo lamento
que por no abarcarte entero,
tanto amor de caballero
-o de princesa sin dueño-
ensuciados y raídos como gabanes
sin brillo llevan siglos padeciendo
tus susurros desvaídos.
He podido decidir:
¡Hola, amor, quiérete a ti!

Vicente Javier-F

domingo, 29 de mayo de 2011

YA NO HAY NADIE ALLÍ DETRÁS

Ya no hay nadie al otro lado
de mi vida. Nadie vaga
por la estrecha senda de los pasos
por andar. No siento ya aquella mano
que me amarra mientras doblo mis rodillas
al caer, aunque sepa caminar.
Yo no sé lo que me digo y si acaso
digo algo a los demás.
Suelto leves balbuceos como pompas de jabón
que ya pronto estallarán. También noto cómo irrumpen
dedos grandes de otras palmas en mi cara descansada.
Ora un pómulo enrojece; ora el otro se retuerce,
y el dolor se queda solo,
compartido por las ruedas del triciclo
que no más sabe rodar y ayudarme
a transitar, mientras yo mismo ejercito
mis piernas de caminar.

Pero llamo y ya no hay nadie al otro lado
del dolor, sólo pajaritos sueltos enredando
entre mis llantos.
Claro, siempre hay alguien muy cercano
al llorón que no camina y que come
sólo granos de las sales de su llanto.
No te voy a ti a nombrar a ese alguien
que a tu lado siempre está.
Pero yo, yo ya no siento el otro lado de la edad.
Sólo me persigo a mí; sólo me aproximo aquí.

Son gigantes los que avanzan por las calles
humeantes por el negruzco alquitrán.
Sé que siento aquellos pasos pululando
en el portal, en la brea o en las colas de los
cientos de paradas de autobuses que yo no puedo
tomar. ¡Mejor!: todos van a las industrias;
todos van a las mil horas que en ellas deben estar.

Ya no miro para atrás.
¿Quién responde si no están?
Todos los que yo esperaba ya se han ido a trabajar.
Sólo un humo con sabor a los potajes
te recuerda que hay mujeres
que aprendieron "sus labores".
No todas son tu mamá.
Entonces, ¿para qué mirar atrás?
Tú recuerdas tus miradas,
endulzadas por las ganas de gustar.
Yo recuerdo que sí fui; yo recuerdo que me veo
dentro de mi cuerpo entero, mas las células se fueron.
Poco a poco van cayendo y las nuevas te recuerdan
que quien no pisa la tierra que se mueve en el presente,
ese se ha caído ya. Y todo del otro lado,
del adiós y del ocaso, ¡qué más da si no lo palpo!

Queda el lánguido señuelo de agitar
aquel pañuelo; queda el único consuelo
de saber que yo doy forma al fonema y a la letra
que en palabras reunidas saben la verdad que espera:
ya no hay nadie allí detrás.

Vicente Javier-F

jueves, 26 de mayo de 2011

FRÍA LISURA DE HIELO

"¡Fría lisura de hielo!"
Ella me dijo con tal
desconsuelo que siento
cortante mi propio lamento.
Bien pudo haber sido:
"fría lisura de cielo".
Y, aún así, ¿por qué fría
la lisura mía?
¡Vamos!, cariño de afeites
calientes, ¿dónde notaste
ese corte de frío nombrado?
¿Hablamos ahora de un ser
decorado con tez arenosa
-quizá-; con alma de fuego
supremo? ¿Hay alguien dorado
del todo que sueña tus cálidos
poros?

¿Soy frío por serlo,
sin más; sin
quererlo?

Entonces, tu tacto era piel
recubierta. Sensores aislados ponías
tapando mis poros de amor.
Amor, color y calor.
No es que me fluya la lava
por venas y arterias dañadas.

Al menos, ahora, deja que sienta
la lumbre que yo creía aportaba.
No quiero helado mi sueño:
¡Fría lisura sentías!

Yo no acaricio; yo no deslizo mis
dedos dañados de piel
decorada de azules
glaciales.
Ahora yo aprieto mis poros
(la dermis borrada de tus
insensibles yemas),
y aprieto y aprieto los flujos
sangrientos que escriben por mí
mi lamento.

Vicente Javier-F

miércoles, 25 de mayo de 2011

ÁLAMO BLANCO

Sólo ver cómo las mece,
las hojas por el envés.
Sólo percibir el viento
y su caricia de cielo.
Sólo quiero ese placer.
Siente el viento desde el pie
que te sube hasta la sien.
¡Oh!, gris de hojas al revés
que en vaivén te dejas ver!
Hojas de álamo en danza
por el viento, coronel,
siento en tu soplo el aplaque
de los juegos de mi ser.

Vicente Javier-F

martes, 17 de mayo de 2011

APRENDIENDO ENTRE LAS SIMAS


¿Tú recuerdas los abismos divisados
en las noches recortados por los filos
de los peligros sentidos?

¿Tú recuerdas cada sima divisada
en las mañanas apuradas por los cortes
y reflejos de los rayos?

¿Hay un sol que me levante y una luna
que me oculte sin tener siempre presente
el vacío del avance?

-Hay un sol que te levante y una luna
que te sede suavemente en los susurros
siseados por tu mente.

Ese sol tan cegador sólo suma
sus destellos encendiendo los deseos
que pululan casi etéreos.

Ahora pinta bien difusos los contornos
de esos cortes, de esas fallas y esos montes
inventados en tu mente.

Vicente Javier-F

domingo, 15 de mayo de 2011

LA ESTELA DE LA LUNA

No le digas a la Luna
que somos polvo de su
estela.
¡Quita! Quítale a la Luna llena
ese baño que reluce
cuando tú ya no respondes
porque el baño te seduce
y tu rostro dulce, dulce
frota en polvo de las
nubes el frescor de tus
mejillas.
¡Quítale a la Luna, Luna
ese polvo de su estela!

lunes, 25 de abril de 2011

CIEN PALABRAS

Cien palabras tristes de un amor
oscuro salen sin pedirlo
de lo más profundo
de mi ser doliente,
de mi seno seco,
todo hacia tu boca,
linda y amorosa
mientras tuvo tiernas
palabras de asombro
que siempre recuerdo
de halago colmado,
siendo como soy
un lobo domado.
Cien palabras tristes
pues partir hiciste
casi sin sentirme,
casi sin decirme
si tú recibiste
querido deleite,
perfumado aroma
de querer pringado,
suave y reposado
de un amante claro
deshecho en un vaho
que buscó tu espacio
por morar en él,
como un éter vago,
siempre distraído
en tu cuerpo fino
que ahora lo he perdido,
¡muera el cruel destino!
Soy tu vaho fino
y mi ser perdura
en cada ranura
de tus labios
lindos, húmedos
recintos de llorados
versos, de anhelados
besos, ahora silenciosos,
sin roce ni gesto,
sin gusto y sin
tono de bendito
aroma.
Toma:
decora
mi alcoba
marchita,
sin flor,
sin ser,
sin olor.

Vicente Javier-F

domingo, 24 de abril de 2011

SOLEDAD

Soledad, tú te incorporas sedante
cuando el Sol ya ama el Levante.
Siempre apareces colmada
cubriéndome en cada
instante.

Soledad, Tú te me creces perenne
en todos atardeceres.
Tomas los huecos vacíos de mis entrañas
silentes, que sienten cómo transcurre
siempre el siguiente momento
listo para perderte.
Mas sigues hurgando en mi seno
y esquivas tú todo intento por alejarte
de dentro.

Soledad, ven si te llamo despierto,
reo seré por tu encuentro.
Si tú eres la que me rapta,
mis gritos en la garganta
pedirán seres que clamen
sonidos que a ti te espanten.

Soledad, si no disciernes tú nunca
cuando por amor me tienes
o cuando agobios me
hieren, cubre los huecos de todos
que por testigo te quieren.

Vicente Javier-F

jueves, 7 de abril de 2011

FLUYE, CAMINO, FLUYE

Fluye, camino, fluye;
lleva, camino, lleva
sobre tu blanca montera
a seres de esparto y
cera, y a la sombra
en cualquier árbol,
cuelga a los ensartados.
Bajo tus propias cunetas,
somete a los malhadados.

Lleva, camino, lleva
a los que son pura
cera. Que ellos muestren
felices todas sus
cicatrices, y los jirones visibles
en desfiles imposibles.

Fluye, camino, fluye
y si tu propia corriente
vacío desea verte,
sigue, camino, al frente,
sin nada en que
detenerte.

Vicente Javier-F

martes, 5 de abril de 2011

MONÓLOGO

Chaqueta raída y
ombligo a la
vista.
Sale a la escena
el señor perturbado.
Clama hacia el
cielo su grito
alocado:
-¡Señor! ¡Estrella!
¡Azul desbordado!:
¿Quién manda ahí
y por qué estoy yo aquí?
Siempre me han dicho
que espere mi turno.
¿Veré umbríos días
colmados de soles,
y prados prendados
de miel y ambrosía?
¿Alguien me dice
si yo desvarío?
¡Eh!, que yo estoy muy
cuerdo.
Si siempre me dicen
que hablo tan solo,
ahora yo escojo
hablar al más alto:
¡Eh, loco! ¿Tú a mi me has
hecho según tu color?
Si eres estrella...
o sol... o Señor,
¿a quién capirotes
he salido yo?
Yo, bien digno y
locuaz.
Los otros se espantan
por mi bien hablar.
¡Perdido Vacío!:
Si yo estoy bien
loco, ¿dónde tu
sentido?

Vicente Javier-F

lunes, 4 de abril de 2011

AIRE, VACÍO

Nada.
Aire.
Mente
difusa.
Trago
salvaje.
Trago
la nada
y lleno
mi ancha
morada,
de nada.
Aire.
Suelo
rasgado.
Dedos
dolidos
por polvo
de arena
arañando.
Manos
sin tacto
de abrazo
sonado.
Aire en el
cuerpo
vacío
de espacio.
Despacio
lo siento
al aire
sin cuerpo
y sin
pensamiento.
Masa
vacía.
Aire de
átomo
frío,
no existes;
no existo.

Vicente Javier-F

domingo, 3 de abril de 2011

PELDAÑOS

Peldaños que suben solos
a los trozos de los despojos.
No hay nadie que pise en ellos;
no hay nadie que suba a cielos
o a los desvanes austeros.
Escalas de pies sin dueños
pulidas por el señuelo
del brillo que va saliendo
por el frotado del tiempo.

jueves, 24 de marzo de 2011

ACASO...¿EL OCASO?

Vientos suaves
del ocaso
amargo.
Son sus corrientes
que acechan
dejándonos
aguda brecha.
Frota entonces
duro el pecho
por mantener
encendido
tu acompasado
latido.
Viento que abre
vereda
a la que siempre
se lleva
lo que un día ya no
queda.
El viento
no sabe de años;
la vida
no repara en daños:
es su destino
sin sino.
Sólo el que cree
saber
cree que sabe
de brisas,
y aquella que sopla
deprisa,
tranquilo,
que nunca
te avisa.

Vicente Javier-F

jueves, 17 de febrero de 2011

ECOS, QUE OS VAIS VENCIDOS

Ecos, que os vais vencidos,
¿de quién eran vuestros sonidos?

La tarde tendida soñaba que abría
los muros color azafrán.
La tarde irrumpía
con voz de color
bermellón.

Los hilos cargados de luz
batían fachadas
duchadas de cal.
los hilos gritaban
sollozos de amor.

Las calles callaban
silencios de ardor.
Las calles querían
la noche ya fría,
y ¡pobre del sol!,
que mandó su calor
gritando los ecos color
bermellón.

Vicente Javier-F

viernes, 4 de febrero de 2011

VEO LÁMPARAS ARDIENDO

Veo puentes quebradizos
sobre ríos de papel.
Veo lámparas ardiendo
en lo hondo de tu ser.
Ríos que pintaste azules
desgastaron sus orillas
tomando tierra a raudales.
¡Qué mordiscos dan los ríos
a la orilla que los guía!
¡Qué colores tan terrosos
de los barrancos vencidos!
¡Qué piedras tan desgastadas,
por los siglos succionadas!
¿Y de aquel azul pastel?
Ni lo has visto ni sabes de él.

Yo te conocí serena
como el aurora que asoma
rompiendo en destellos bellos
la oscuridad de mi alcoba.
Pasan los días de vida
pintando puentes de acero
que nos lleven al consuelo
de aquella orilla que veo.
Cada idea que yo tengo
por alcanzarla allí en frente,
provoca una grieta fuerte
en los tensores del puente.
Se cae mi idea que tengo
del azul y del acero.
Me quedo sin mi consuelo
al ver consumir en fuego
tu seno que antes fue cielo,
de azul que lo fue primero.
Ahora es oscuro fango,
que yo -turbado- contemplo,
lo mismo que voy mordiendo
tensores de duro hierro,
pues sé que el azul es sueño
y si persisto me quemo
en las lámparas ardiendo
dentro de tu seno-sueño.

Vicente Javier-F

domingo, 16 de enero de 2011

PALABRAS

Las palabras viven
porque no han dormido.
Las palabras siguen
en el magma oculto
de materias grises
que nos dan las pistas
de "a ver lo que dices".
En las sienes blandas
ellas nos asaltan
desbordando espacios
que estaban en blanco.
Y la mente sigue
provocando saltos
de enlaces pensados
para decir algo.
Mas... ¿qué decir tenemos
si el cerebro lleno
nos asalta pleno
de decires vanos?
¿Qué saltos llenamos
en el magma blanco?
¿Qué decir queremos
si ellas nos asaltan
y no somos dueños
del sentido pleno?

Vicente Javier-F