Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







jueves, 30 de junio de 2011

ADIÓS, CÓRDOBA ETERNA

Veo un resplandor de vida
que asoma por tus orillas.
Río Ancho que te brinda
ojos de puente de piedra,
y torre galana que cuida
el minarete que observa
la Calahorra en su cima.

Patio de los Naranjos
que impregna todo tu olfato
antes que el alabastro
el brillo robe a tus ojos
si traspasas el umbral
del templo que hizo Alakán.
Bosque de mármol erguido
también por Abderramán.
Arcos montados en fustes
que doblan tu bienestar.

Jardines quedan pensando
cómo igualar el Edén;
susurros de agua y frescura
en el Alcázar del Rey.
Y el pueblo puso a tus pies
patios de mayo que ardieron
por los geranios bermejos,
que año tras año supieron
quemar el blanco de cal
como una traca final,
sonante en otro lugar.

¡Oh, Judería altiva,
traviesa, pura y sentida!,
perdemos nuestros sentidos
sintiendo blancos recodos
estrechos al caminar.
Secretos de tus esquinas
de anchuras todas perdidas;
secretos de asombro y enojo
porque te quitan la gloria
en un delirio de azar.

Brillante, barrio que asciende
buscando a la Sierra Morena;
brillante siempre tu sino
aunque hoy te den por vencido.
¡Adiós, Arruzafa antigua!,
siempre callada en lo alto
recuerdo del califato.

¡Ay, Corduva perdida!
entre columnas de templos
que quedan entre el cemento.
¡Adiós, Córdoba eterna,
sigue esperando clamores
y si hoy te quitan la dicha,
dichosa sigas erguida.

Vicente Javier-F

(*) En honor a la siempre espléndida Córdoba, tras el fiasco "otorgado" al no concederle la titularidad de "Ciudad Europea de la Cultura" para el año 2016. Gracias por tanta hondura y belleza, y que disculpen las cuatro que también merecen retrato, más esa Easo ensalzada.

lunes, 20 de junio de 2011

TIERRA

Tierra. Tierra. Tierra.
Tierra seca sin mareas.
Reptan las sombras
por su piel terrosa
con granos de piedras,
sueltas, secas, secas.

Ombligos del mundo,
de tantos que han sido,
la Tierra ha perdido
el centro de algunos
(o el sitio de todos).

Aquí sólo reptan
las sombras caídas.
No vemos erguido
ni el árbol altivo
ni el ser corrosivo
que fue transmutando
las piedras del campo
por polvo y por polvo;
por campos heridos.

Sombras del ser
abajo en el suelo.
Sombras que sacan
heridas de anzuelo.

Sombras de duelo
que arrastran señuelos
de pasado eterno,
de pasado infierno.
Sombras de suelo,
sin tacto, sin vuelo,
con duelo,
con rasgos de pecho
rasgado,
reseco,
deshecho.

Ciñen las tierras
los polvos etéreos
de las sombras que fueron
por los suelos
sueltos, secos,
secos.

Vicente Javier-F

miércoles, 8 de junio de 2011

¡HABLA!

¡Habla!, solitario. Clama en nombre de las torres inventadas.
Habla encima de las letras de tu antojo.
Si no saben los demás tu sentir desentrañar,
¡Diles!, solitario, entonces, que son tuyos los enojos,
que ellos forman mil despojos que la lengua siendo aguda,
todos por su punta ruda, todos, por su punta expulsa.
¡Habla! No maldigas la elocuencia de tu propia verborrea.
¡Sigue, arrea, lanza, tira, bota, suelta, saca, idea, inventa!
sonidos de menta, de mentar, de mentir, de vivir y de sentir.
No te dejes corregir si es por un sonido vil;
no te dejes acallar si tu voz herida está.

¡Déjales también hablar! ¿Hablarán tan bien, tan bien?
¡Claro, solitario, claro! Nadie debe ya callar,
sólo aquellos que ya intuyen que los sonidos no sirven
para el aire mejorar, por silencio rogarán.
Dejarán pasar los silbos por las agujas de pinos,
por las ramas de los chopos... No querrán dichos ni
tropos ni tampoco desalojos de las bocas ya sin sorbos.

Vicente Javier-F

sábado, 4 de junio de 2011

AMAPOLAS INFELICES

Quemo flores en las noches
de amapolas infelices.
Veo pétalos ardientes
que en mi mente ya veía
por los días.

Junto todos los colores apretados
y en un solo pensamiento
quemo todos los deseos
deshojados en la pira enrojecida del ardor.

Quemo pétalos; después me quemo yo.

Vicente Javier-F

HOLA, AMOR

Hola, amor. ¡Quiérete solo!
Di por qué un perdido vate
ha de jugar a adorarte.
Hola, amor. ¡Quiero ser tu gran
traidor!
Te han cantado tantas veces
tan honrados literatos,
tanta pluma embellecida,
por las noches y los días,
por los campos y palacios...
Se han posado en las camelias
del jardín más adorable, o en el
pozo de las sombras alocadas que
esperaban a la aurora por quererse
hasta morir.
Te han honrado las familias
de Montescos y también de Capuletos.
Has preñado las campiñas
de pastoras y de rústicos sentidos.
Has quitado cada espina a las rosas que
aromaban tu pasión. Ahora pasamos
las manos por los tallos despejados
y sentimos el querer sin el sufrir,
o sufrimos sin poder sentirte a ti.

¡Ay, amor, me has engañado!
He creído las palabras de los
libros absorbiendo ese sentir
por creerlo muy por encima de mí.
¡Ay, amor, estás aquí!
¡Ay, amor, te canté a ti!
Todos los que ya vencidos
por haberte conocido y ser hijos de otros
siglos, alabarte ya no pueden,
aunque quieran o lo rueguen.
Todos los que ya vencidos, si se han visto
envilecidos por creer en tus suspiros,
todos hoy están en mí.

He podido decidir alabar en tu
semblante lo más álgido del ser.
He podido decidir resarcir todo lamento
que por no abarcarte entero,
tanto amor de caballero
-o de princesa sin dueño-
ensuciados y raídos como gabanes
sin brillo llevan siglos padeciendo
tus susurros desvaídos.
He podido decidir:
¡Hola, amor, quiérete a ti!

Vicente Javier-F