¿Y dejar esas bellezas, me ofrecéis?
¿Consumir del gusto efímero su bien?
Habremos de convenir que,
iniciados los estados de belleza en mi interior,
sobra su proposición.
Ya ve: proseguir;
reunir las partes nobles de la acción de estar aquí.
¡Oh, si caen las grandezas de cualquier pobre minucia,
con dolor!
¡Oh, vida —así— esclavitud!