El viento levanta el polvo en esta estepa.
Nubes granulosas que la atmósfera succiona.
Ya no hay modo de ver con nitidez.
Cientos de caminos, de veredas en tu espera
ya son campo que no lleva.
Ahora la nube entera de polvo te contiene.
Polvo como eres,
aún mezclado con humores
que te tienen.
Líquidas canciones de la sangre altiva a borbotones
por sus ríos, venas y caudales.
Habría que tener en cuenta los pasos dados por el lodo,
por esa textura blanda
que aunque hundiera entre los fangos agradaba la pisada
y aún te recordaba al líquido que unía y que ligaba
sensaciones en tu espera.
Todavía surge vida que te lleva
y es el propio flujo el
que te acerca
hasta los ojos que contemplan
ese polvo indócil que ya vuela.
Era árida la escena. No más seca que la espera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario