Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







miércoles, 12 de octubre de 2016

Nuestra propia Edad de los metales

Cada uno ya tuvimos nuestra propia Edad de los metales
con aquellas lágrimas de plomo resbalando
por cada frustración mostrada en las mejillas.
Pesaba el agua del dolor salado, el agua de las gotas
que cerraban los párpados sin cielo,
pesaba como el plomo de las balas que luego la inquietud
temblando en las edades que restaban lanzaría,
sin muestra de sentir que nos dolían,
sin rastro de importarles nuestros días.

Aquella nuestra Edad de los metales muy pronto
De óxido la cal de nuestros huesos marcaría.


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