Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







domingo, 8 de enero de 2017

Que por las noches nos mecen

Hoy quiero hablar de la estructura molecular
de algunos sueños.
De tal manera nos parece ver la gloria –a veces-
que diría son materia algunos sueños
de partículas finísimas de una esencia cósmica agrupada
en torno a nuestras ansias que se expanden.
Diminutas partículas de asombro que se eleva
agrupando la ilusión que nos contiene.
Hoy quiero hablar del peso atómico del sueño que entretiene
los instantes descompuestos de la noche,
cuando estamos incrustados en los tramos tan livianos
que no pesan sino el propio desarrollo –retirada la inquietud
que nos agobie- de la imagen que los sueños nos ofrecen.
Quede fuera la estructura mineral que nos pudiera –en cierto modo-
rasguñar las intenciones.
Hoy les quiero hablar de las sustancias que contienen nuestros sueños,
y, debido a que volátiles parecen, casi no alcanzamos a sentir
el peso de esos posos recurrentes que por las noches nos mecen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario