Aquí, con la luz como ausencia
(quizás solo desgana),
como una turbia capa que desplace.
Aquí cada filtro se esmera
montando sobre capas más ceñudas.
Aquí la quietud de los rayos se intuye
y suele acumularse la experiencia
de unas capas milenarias
que perduran cada día en la extrañeza.
Acaso veas gráficos de azules tan intensos
que te extrañen. Es un color del hambre
de tus ganas desdobladas por hallarlos,
en cualquiera de los lunes, de los martes…,
en las sombras del otoño que no cumpla,
o en alguna primavera que se enrede evaporando los suspiros
de las nubes que la visten
tan a ratos,
tan a ratos
No hay comentarios:
Publicar un comentario