Tú sabes que vivo en un quinto piso
sin cocina
sin vecinos
sin alcoba en donde esconda
la colada de mi atuendo descarnado;
donde no halle los silencios de los otros.
Vivo en un quinto
sin tercero
sin segundo
con el cuarto entre costillas,
y un primero vergonzoso
que no quiso ser primero
de una mole sin sustento.
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