(Hoy por el camino los pájaros se
alborotaban por los ruidos de los tiros. Todos estábamos expuestos)
Todos huimos, por el ancho suelo,
de los desencuentros.
Todos marchamos con la herida dentro,
y aquí el que se queda quieto, ya sabemos,
casi que está muerto.
Hay una búsqueda pendiente,
un renglón por rellenar,
un llegar hasta la orilla como espuma
y tocar la suavidad de la arena apelmazada,
quieta, siempre por despertar,
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