Alguna noche de estas
soñaré con tus vestidos imposibles,
con las flores que se estampen en mi frente,
con los tirantes curvos que enderecen la pasión por recubrir
tus hombros
con esta mirada inquieta, con este semblante inútil.
Y tu cintura ceñida será la porción que abrace del mundo que
me derrote.
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