Chaqueta raída y
ombligo a la
vista.
Sale a la escena
el señor perturbado.
Clama hacia el
cielo su grito
alocado:
-¡Señor! ¡Estrella!
¡Azul desbordado!:
¿Quién manda ahí
y por qué estoy yo aquí?
Siempre me han dicho
que espere mi turno.
¿Veré umbríos días
colmados de soles,
y prados prendados
de miel y ambrosía?
¿Alguien me dice
si yo desvarío?
¡Eh!, que yo estoy muy
cuerdo.
Si siempre me dicen
que hablo tan solo,
ahora yo escojo
hablar al más alto:
¡Eh, loco! ¿Tú a mi me has
hecho según tu color?
Si eres estrella...
o sol... o Señor,
¿a quién capirotes
he salido yo?
Yo, bien digno y
locuaz.
Los otros se espantan
por mi bien hablar.
¡Perdido Vacío!:
Si yo estoy bien
loco, ¿dónde tu
sentido?
Vicente Javier-F
No hay comentarios:
Publicar un comentario