Solo llego a las noches como un reo,
con una condena obtusa que me impide ver tu bien.
Solo enciendo mis días mientras tú me ves ceder
ante ese ataque de ausencias que me obligan a no ser.
Solo llego a las noches con los duelos de las dudas del porqué,
con las dudas del motivo de la ausencia de mi ser mientras no ve.
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